Frederick Winslow Taylor
Teoría de Taylor
Antes de las propuestas de Taylor,
los obreros eran responsables de planear y ejecutar sus labores. A ellos se les
encomendaba la producción y se les daba la ”libertad” de realizar sus tareas de
la forma que ellos creían era la correcta. El autor lo describe de esta manera:
“encargados y jefes de taller saben mejor que nadie que sus propios
conocimientos y destreza personal están muy por debajo de los conocimientos y
destreza combinados de todos los hombres que están bajo su mando. Por
consiguiente, incluso los gerentes con más experiencia dejan a cargo de sus
obreros el problema de seleccionar la mejor forma y la más económica de
realizar el trabajo”. De ahí que sus principios “vistos en su perspectiva
histórica, representaron un gran adelanto y un enfoque nuevo, una tremenda
innovación frente al sistema”. Se debe reconocer aquí que Taylor representa el
sueño de una época, como lo es Estados Unidos de los primeros años del siglo XX
donde era imperativo alcanzar la mayor eficiencia posible, cuidando el medio
ambiente aunado a una explosión demográfica acelerada en las ciudades, una
demanda creciente de productos.
Existe una diferencia muy particular entre la teoría de Taylor y Henry Fayol, es
el uso del tiempo, ya que Fayol se enfoca más en la estructura
general de la organización, mientras que Taylor se enfocaba
más en el método y herramientas del trabajo para una mejor eficacia.
Principios de la administración científica de Taylor
Para Taylor, la gerencia adquirió nuevas atribuciones y
responsabilidades descritas por los cuatro principios siguientes:
1.
Principio de planeamiento: sustituir en el trabajo el criterio individual del operario, la
improvisación y la actuación empírico-práctica por los métodos basados en
procedimientos científicos. Sustituir la improvisación por la ciencia, mediante
la planeación del método.
2.
Principio de la
preparación/planeación: seleccionar científicamente a los trabajadores
de acuerdo con sus aptitudes y prepararlos, entrenarlos para producir más y
mejor, de acuerdo con el método planeado.
3.
Principio del control: controlar el trabajo para certificar que el mismo esta siendo ejecutado
de acuerdo con las normas establecidas y según el plan previsto.
4.
Principio de la ejecución: distribuir distintamente las atribuciones y las responsabilidades, para
que la ejecución del trabajo sea disciplinada.
Otros principios de administración científica de Taylor
1. Estudiar el trabajo de los operarios, descomponerlo en sus movimientos elementales y cronometrarlo para después de un análisis cuidadoso, eliminar o reducir los movimientos inútiles y perfeccionar y racionalizar los movimientos útiles.
2.
Estudiar cada trabajo antes de fijar el modo como
deberá ser ejecutado.
3.
Seleccionar científicamente a los trabajadores de
acuerdo con las tareas que le sean atribuidas.
4. Dar a los trabajadores instrucciones técnicas sobre el
modo de trabajar, o sea, entrenarlos adecuadamente.
5. Separar las funciones de planeación de las de
ejecución, dándoles atribuciones precisas y delimitadas.
6.
Especializar y entrenar a los trabajadores, tanto en
la planeación y control del trabajo como en su ejecución.
7. Preparar la producción, o sea, planearla y establecer
premios e incentivos para cuando fueren alcanzados los estándares establecidos,
también como otros premios e incentivos mayores para cuando los patrones fueren
superados.
8. Estandarizar los utensilios, materiales, maquinaria,
equipo, métodos y procesos de trabajo a ser utilizados.
9.
Dividir proporcionalmente entre la empresa, los
accionistas, los trabajadores y los consumidores las ventajas que resultan del
aumento de la producción proporcionado por la racionalización.
10. Controlar la ejecución del trabajo, para mantenerlos en niveles deseados,
perfeccionarlo, corregirlo y premiarlo.
11. Clasificar de forma práctica y simple los equipos, procesos y materiales a
ser empleados o producidos, de forma que sea fácil su manejo y uso.
Críticas a la administración científica
Dentro de las principales críticas efectuadas pueden resumirse así:
1.
Mecanismo de la administración
científica: la administración científica le dio poca atención al
elemento humano, se preocupó básicamente por las tareas (organización y
ejecución) y a los factores directamente relacionados con el cargo y función
del operario (tiempo y movimiento). Esta teoría se le conoce con el nombre de
«teoría de la máquina» ya que concibe la organización como «una distribución
rígida y estática de piezas».
2.
Superespecialización del operario: en la búsqueda de la eficiencia, la administración científica preconizaba
la especialización del operario a través de la división y de la subdivisión de
toda operación en sus elementos constitutivos. Estas «formas de organización de
tareas no sólo privan a los trabajadores de satisfacción en el trabajo, sino lo
que es peor, violan la dignidad humana». La especialización extrema del
operario, a través de la fragmentación de las tareas, convierte en superflua su
calificación, aunque este esquema es responsable de altas utilidades a corto
plazo, con bajo nivel salarial y a costa de tensiones sociales y sindicales. La
proposición de Taylor de que «la eficiencia administrativa aumenta con la
especialización del trabajo» no encontró amparo en los resultados de
investigaciones posteriores: cualquier momento en la especialización no redunda
necesariamente en un aumento de la eficiencia».
3. Visión microscópica del hombre: La administración científica se refiere al hombre como un empleado tomado
individualmente, ignorando que el trabajador es un ser humano y social _
valorizando apenas la fatiga muscular e ignorando un tipo de fatiga más sutil
que la nerviosa. La fatiga era considerada exclusivamente un fenómeno muscular
y fisiológico, estudiado principalmente a través de los datos estadísticos.
Taylor consideró los recursos humanos y materiales no tanto recíprocamente
ajustables, sino sobre todo, al hombre trabajando como un apéndice de la
maquinaria industrial. En cuanto a este aspecto fue duramente criticado y
tildado de haber cometido un error como pionero.
4.
Ausencia de comprobación física: la administración científica es también criticada por el hecho de
pretender elaborar una ciencia sin presentar comprobaciones científicas de sus
proposiciones y principios. El método utilizado por Taylor es un método
empírico y concreto donde el conocimiento se alcanza por la evidencia y no por
la abstracción: se basa en datos aislados observables por el analista de
tiempos y movimientos.
5.
Enfoque incompleto de la
organización: para muchos autores la administración científica es
incompleta, parcial e inacabada, por restringirse apenas a los aspectos
formales de la organización omitiendo completamente la organización informal y
principalmente, los aspectos humanos de la organización. También interacciones
entre muchas variables críticas, como el compromiso personal y la orientación
profesional de los miembros de la organización, el conflicto entre los
objetivos individuales y los objetivos organizacionales, etc.
6.
Limitación del campo de aplicación: Sus principios y métodos carecen de una complementación más amplia, pues
Taylor encara el problema de la organización racional del trabajo, partiendo de
un punto limitado y específico en la empresa, lo cual fatalmente limita y
restringe su enfoque, ya que no considera con mayor detalle los demás aspectos
de la vida de una empresa, tales como los financieros y comerciales, entre
otros. .
7.
Enfoque prescriptivo y normativo: La administración científica se caracteriza por la preocupación en
establecer y prescribir principios normativos que deben ser aplicados como una
receta en determinadas circunstancias, para que el administrador pueda tener
éxito. Busca estandarizar ciertas situaciones para poder patronizar la manera
como deberán ser administradas. Es un enfoque dirigido a recetas anticipadas, a
soluciones enlatadas y a principios normativos que deben regir el cómo hacer
las cosas dentro de las organizaciones. Esa perspectiva muestra a la
organización cómo debería funcionar, en lugar de explicar su funcionamiento.
8.
Enfoque de sistema cerrado: visualiza las empresas como si existieran en el vacío, o como si fuesen
entidades autónomas, absolutas y herméticamente cerradas a cualquier influencia
venida de fuera de ellas; se caracteriza por el hecho de visualizar solamente
aquello que sucede dentro de una organización, sin tener en cuenta el medio
ambiente en que está situada. Es un enfoque de sistema cerrado y su
comportamiento es mecánico, previsible y determinístico: sus partes funcionan
dentro de una lógica inmodificable. Sin embargo las organizaciones nunca se
comportan como sistemas cerrados y no pueden reducirse a sólo algunas pocas
variables o a algunos aspectos más importantes.
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